La definición clásica de “cocina de color” deriva del entorno en el que se prepararon o prepararon los colores. Entonces, desde ese lugar, similar a un ambiente de cocina casera, en el que las recetas se preparan diligentemente en ollas y recipientes de varios tipos.
La moderna “cocina de colores” es un particular sistema de dosificación automática, utilizado tanto para la preparación de colores de impresión como para el acabado y teñido.
Los sistemas se pueden personalizar y dimensionar según las necesidades del usuario.
La facilidad de uso de este tipo de sistema permite la dosificación rápida de innumerables recetas precisas incluso en ausencia de personal calificado.
Estos tipos de sistemas suelen constar de cinco elementos principales:
Almacenamiento en tanques de tamaño adecuado para almacenar los colores básicos (ya sea en polvo o líquido).
Una estación de bombeo y reciclaje de los productos mencionados.
Uno o más dispensadores de producción y / o muestreo.
Un sistema de manipulación más o menos automático tanto para envases vacíos como llenos.
Un procedimiento de software capaz de gestionar la propia planta y de interactuar con los operadores y los sistemas de la empresa.
Las considerables ventajas de un sistema de dosificación automático se pueden resumir en unas pocas palabras:
Facilidad de gestión, rapidez de ejecución, precisión y repetibilidad de recetas.
Evidentemente, todo esto garantiza un gran ahorro económico.
Nuestros sistemas de dosificación pueden producir pastas coloreadas de cualquier tipo como: Pigmentos Directos, Reactivos, Indantreno, Dispersos y Ácidos también en el área clasificada ATEX.
Además de los tintes, se pueden dosificar todos los aditivos químicos necesarios en la receta.